La alteración del sueño en la menopausia:
- El Centro de Medicina del Sueño de la Universidad de Pensilvania estima que el 61% de las mujeres menopáusicas tiene insomnio crónico o intermitente.
- No es solo insomnio, incluye: Despertares nocturnos, sudores y cortisol elevado que interfiere con todas las fases del descanso.
¿Por qué dormimos peor? Tres frentes principales:
- Caída hormonal: La progesterona (sedante natural) baja, aumentando la ansiedad y la dificultad para conciliar el sueño.
- Aumento del cortisol nocturno: Estudios muestran picos de cortisol a medianoche, interrumpiendo el sueño profundo.
- Sofocos nocturnos: Los microdespertares por calor fragmentan la arquitectura del sueño.
La estrella: Magnesio Glicinato
Estudios del NIH y del Journal of Research in Medical Sciences demuestran que el magnesio glicinato:
- Aumenta la producción de GABA (neurotransmisor calmante).
- Reduce el cortisol nocturno.
- Relaja musculatura y sistema nervioso.
- Mejora la latencia del sueño (tiempo para dormirse).
- Aumenta el sueño profundo hasta un 19% tras 30 días de uso.
- La forma glicinato se considera la más eficaz por su alta absorción y nulos efectos gastrointestinales.
Quién se beneficia más:
Mujeres que presentan:
- Mente acelerada por la noche.
- Preocupación excesiva al acostarse.
- Despertares a las 3 a.m.
- Insomnia ligada a ansiedad.
- Calambres nocturnos.
Complementos que potencian el efecto:
- Luces cálidas (no azules) por la noche.
- Difusores con lavanda.
- Mascarillas de gel frío.
- Rutina consistente de higiene del sueño.
Producto recomendado para este tema:
👉 “Doctor’s Best – Magnesio Glicinato Quelado”
Alta absorción, sin efectos digestivos y ampliamente usado en estudios clínicos.
